El análisis sensorial relaciona el desarrollo y fabricación del producto con su comunicación y comercialización.
Percibir es recibir por uno de los sentidos las imágenes, impresiones o sensaciones externas (RAE 22ªedición). Por lo tanto es ver, tocar, oler, degustar, oír o sentir la realidad exterior por medio de las impresiones que comunican los sentidos.
Este es el contexto en el que se aprecian los productos de consumo y en el que se establecen las relaciones entre los productos y los consumidores.
Las aplicaciones del análisis sensorial son extremadamente útiles para aquellos departamentos de su empresa que tengan una estrecha relación con el producto y su fabricación, así como con la comunicación y comercialización de éste.
La competitividad se basa no sólo en conocer, sino fundamentalmente en comprender al consumidor.
El color, el olor, la textura, el sabor, y en general los caracteres organolépticos, son criterios de aceptación o de rechazo muy importantes, que condicionan, no siempre de forma consciente, la relación con el consumidor.
El diseño de estrategias de producto y de comunicación con el consumidor requiere conocer la respuesta y la experiencia de los consumidores.
Somos conscientes de que la competitividad se basa no sólo en conocer, sino fundamentalmente en comprender al consumidor.
La mejora del producto y la optimización de su relación con los consumidores se basa en conocer los mecanismos de percepción.